sábado, 26 de mayo de 2012

No quiero parar

Vaya viernes muchachada, non stop. Trabajo en tienda de fotos por la mañana, traslado a Antequera para recoger coche, vuelta a Málaga, después de comer, recogida de guiri, palizón a las paletas y chapuzón marítimo; vuelta a casita, ducha y ordenador. Mañana: tienda de fotos por la mañana, rol de paparazzi por la noche. Domingo: devolución del coche a su dueña y vuelta a la costa para la jornada laboral del lunes.
Heme aquí contándoos estas chorradas que para nada tienen importancia, con tal de que no dejar de escribir. Creo que debo seguir haciéndolo aunque no esté relatando nada sustancioso acerca de nuestro hostel soñado. Ya sabéis que ahora mismo el proyecto se encuentra en stand by debido al caprichoso devenir de la vida. Un día estás en tu casa muerto de asco y preguntándote qué has hecho mal y al siguiente, o a los tres meses mejor dicho, estás cuadrando dos trabajos lo mejor que puedes.
Sin embargo, tengo que ser sincera. Prefiero mil veces estar ocupada, con un cierto nivel de estrés y de actividad, de aquí para allá y aprovechando las horas libres para ir a los sitios que me gustan, en vez de tener veinticuatro horas libres. Sí señor, cuando una tiene todo el tiempo del mundo no existe el impulso de aprovechar los momentos, ¿por qué?, porque los tienes todos. No hay cabida para el ansia de comerte los minutos haciendo lo que a una le gusta, no, ya que son ellos los que te comen a ti. El tiempo ocioso en exceso es una tortura, lo único a lo que yo me dedicaba era a pensar y con esto me refiero a darle vueltas y vueltas a mi presente: tienes veintiocho tacos y ¿qué se puede se puede decir que has conseguido en la vida? Los títulos están muy bonitos en la pared de casa pero ¿qué sabes hacer tú?
Y claro, también llegó esa pregunta-yunque que fue, ¿para qué valgo yo? ETC, ETC...
Esto es lo que se termina haciendo durante el eterno tiempo libre del que disponemos, y no por decisión propia: autoflagelación.
Así que ahora estoy cansada, tengo muchas cosas en las que pensar, cierta incertidumbre y muchos tumbos que dar, por lo que duermo como un tronco por la noche, no como antes que me costaba mucho, disfruto la caña que parece que estoy  bebiendo cáliz de dioses y me siento mejor.

No sé si conseguiré mantener vuestro interés por mucho tiempo hasta que pueda retomar los trabajos en nuestro Dulce Hostal, aunque lo intentaré cada día. Yo no dejo de pensar en ello.

Feliz noche de viernes a los fiesteros, a los cerveceros y a los caseros. Disfruten.


2 comentarios:

  1. Llevas toda la razón, no nos sabe nada mejor algo que cuando te lo has currao, y cuando una tiene poco tiempo es cuando mejor se aprovecha éste, y cuando una está muy cansada, es cuando mejor se duerme, y cuando una tiene mucha actividad es cuando menos se piensa en tonterías (vamos que se acabaron los comememos que tanta energía nos roba). Salud mental se llama todo eso! O... BIS (Bienestar individual Subjetivo) también llamado ¡¡felicidad!!

    ResponderEliminar
  2. ¡Sí señor! Todo eso es exactamente y se ha notado mucho.

    ResponderEliminar