miércoles, 20 de junio de 2012

Empuja, ¡¡empuja!!

Nuevo aire en el pasillo,
puertas nuevas
 Y venga puerta para arriba y venga mueble para dentro, y sobre todo, venga ganas locas de abrir nuestro hostal. No queda mucho tiempo para que el plazo que yo misma me impuse llegue a su fin y sólo se me ocurre seguir y no parar. No puedo decir que el ritmo que llevo sea frenético porque simplemente no creo que fuera posible, por el ajetreo mío personal y porque los medios que elegí requieren paciencia más que otra cosa. Ya me gustaría a mí ponerme en plan Nuria Roca en ese programa más que absurdo y mandar como una posesa a todo el mundo y que todo estuviera listo y reluciente al final del día. Pero no, yo decidí aprovechar los recursos que tenía a mano como mi extenso tiempo libre, los muebles acumulados en mi casa, mis nada despreciables conocimientos sobre estancias "hosteleras" y unas cuantas habitaciones con muchas posibilidades. ¡Ah! Y ganas de trabajar, quién me lo iba a decir.

Casi mueble para una habitación
Aquí dejo el último empujoncito que se ha llevado el proyecto. Mira que me gusta el verano pero hoy hubiera pagado por haber estado al menos en febrero. El rodillo va sólo pero macho, voy a echar un brazo que ni Nadal.
Más detalles para dentro
Buenas noches navegantes, no sabéis las ganas que tengo de inaugurar.

Recepción esperando a
salir de su caja

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