Mostrando entradas con la etiqueta recursos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta recursos. Mostrar todas las entradas

miércoles, 20 de junio de 2012

Empuja, ¡¡empuja!!

Nuevo aire en el pasillo,
puertas nuevas
 Y venga puerta para arriba y venga mueble para dentro, y sobre todo, venga ganas locas de abrir nuestro hostal. No queda mucho tiempo para que el plazo que yo misma me impuse llegue a su fin y sólo se me ocurre seguir y no parar. No puedo decir que el ritmo que llevo sea frenético porque simplemente no creo que fuera posible, por el ajetreo mío personal y porque los medios que elegí requieren paciencia más que otra cosa. Ya me gustaría a mí ponerme en plan Nuria Roca en ese programa más que absurdo y mandar como una posesa a todo el mundo y que todo estuviera listo y reluciente al final del día. Pero no, yo decidí aprovechar los recursos que tenía a mano como mi extenso tiempo libre, los muebles acumulados en mi casa, mis nada despreciables conocimientos sobre estancias "hosteleras" y unas cuantas habitaciones con muchas posibilidades. ¡Ah! Y ganas de trabajar, quién me lo iba a decir.

Casi mueble para una habitación
Aquí dejo el último empujoncito que se ha llevado el proyecto. Mira que me gusta el verano pero hoy hubiera pagado por haber estado al menos en febrero. El rodillo va sólo pero macho, voy a echar un brazo que ni Nadal.
Más detalles para dentro
Buenas noches navegantes, no sabéis las ganas que tengo de inaugurar.

Recepción esperando a
salir de su caja

martes, 8 de mayo de 2012

Salón...¡hecho!

Bueno, yo ya estoy equipada para empezar la faena. Tengo la pintura blanca para las puertas, aunque antes de volverme loca y sentirme Pollock dando brochazos, tengo que lijarlas con un taco, como bien me recomendaron ayer. Me llevo mi ropita vieja puesta y mi buen moño, así que ya sólo me faltaría la ayuda de Manolo y Benito (ja...ja...ja...). Deséenme suerte amigos, no sé si volveré con vida.

¿No me decís nada de como va a quedar el salón según Raquel? Decidlo tranquilamente: genial. A mí este boceto me ha encantado sobre todo, porque lo ha dibujado a partir de las fotografías que le envié de las cosas que que tengo arrumbiadas por casa. Es decir, que no se ha inventado ni un objeto, sólo su distribución en el espacio. Tengo el pequeño sofá, tengo los sillones, la mesita y la alfombra. Es que se trata exactamente de eso, de reducir el gasto al mínimo y de sacarle partido a los recursos de los que ya disponemos y no se encuentran aprovechados. 
Mañana os empiezo a poner las habitaciones, que ya están diseñadas y puedo decir que, como yo, lo vais a flipar. 
Preparaos viajeros, excursionistas y guiris del mundo, os va a cambiar el concepto de turismo en Andalucía de un plumazo. La verdadera experiencia os está esperando. Olvidaos del hostal cutre y los sablazos inexplicables a vuestras carteras y haceros al cuerpo de que vais a conocer el sur como se merece.

Mañana, más.

jueves, 5 de abril de 2012

¿Qué recursos tenemos? ¡Aprovechémoslos!

Y ahora yo me recrimino a mí misma: ¿pero cómo no se me ocurrió antes?
-Veamos, ¿qué es lo primero que aprendiste en Cardiff?
-Que sabía bastante menos inglés de lo que pensaba...
- No, eso no, lo siguiente.
-Que debía olvidarme de que una vez existió para mí el verano.
-¡Que no!
-¿Que ahí la cerveza se sirve templada y en unos vasos enormes?
-Nooo. A ver chalada, lo primero que aprendiste de provecho fue el funcionamiento de un hostel pero, lo más importante, descubriste, una vez fuera de tu burbuja, que había muchísima gente que decidía coger sus maletas y mochilas y se echaban al mundo con los simples objetivos de ver y conocer.

Sigamos atando cabos pues y así no me desdoblo del todo, que es lo que me faltaba ya. Mi madre, con gran esfuerzo a lo largo de su vida y con la ayuda inestimable de mi abuela, compró un piso en mi pueblo. Allí viví con mi familia hasta que cumplí los diez años para, más tarde, trasladarnos a otro algo más grande y no muy lejos de este primero. Pues bien, de pronto lo vi: tras infinidad de estudiantes y no estudiantes que arrendaron el piso y, al menos, un indeseable que bien lo perseguiría yo caminito del monte a pedrada limpia por lo que él ya sabe, el piso parecía ya exausto de aguantar tanto trote. Mucho tiempo ha estado cerrado y vacío, acumulando polvo y olores desagradables porque el alquiler se terminó haciendo muy difícil. Y es que nos veolvimos selectivos después de tanto canalla maltratándolo sin abonar lo acordado. A lo que voy, que después de mucho darle vueltas a cuál podría ser la solución a mi cuadro particular y rememorando los recursos de los que podría disponer, lo vi claro:
cuatro habitaciones, dos baños, un salón grande con salita anexa, cocina y, lo mejor de todo, en pleno centro. Aunque bueno, no se tarda demasiado en cruzar un pueblo pero siendo positiva, la zona es excepcional. ¿Lo véis ya conmigo, si es que andáis por ahí? ¡¡Claro!! ¡Voy a crear un hostel en el piso! A ver, a ver, no será exactamente un hostel será algo todavía mejor porque no se abandonará a los huéspedes a su suerte, ni al edificio a la voluntad de un grupo de energúmenos con sed de cerveza y tías.
A ver si lo véis como lo veo yo:
Mi intención es crear una experiencia auténtica para los viajeros. Todo empezaría por aquilar las habitaciones al día. Son cuantro dormitorios en los que se dormirá por un precio muy adsequible que dependerá del tamaño del mismo y de los servicios extra que incluya la estancia. Antes de seguir, quiero puntualizar que el precio no superaría los 30€ por noche en ningún caso porque se trata de estimular el tránsito de visitantes, no de ahuyentarlos.
Sería dieferente si se alquila para un grupo completo o toda una semana, o ambas cosas, en cuyo caso se nogociaría para llegar a un precio conveniente para todos. Quiero que este proyecto llegue a ser una preciosa casita de huéspedes con desayunos tradicionales, visitas guiadas, catas de vino guiadas, acceso a internet, información turística y muuuuuuuchas más cosas. Por supuesto, yo personalmente estaré al frente y me haré cargo de todo, de poner en contacto a los viajeros con los profesionales del turismo en el pueblo, de hacerles sentir como en casa, de que conozcan en condiciones los rincones del lugar, los bares, las cafeterías, las excursiones y todo lo demás. Seré recepcionista, limpiadora, promotora turística, acompañante, traductora y demás interesantes demandas que vayan surgiendo.

Ahora sí, necesito vuestra ayuda, vuestras ideas y recomendaciones. Pero antes que nada, necesito un nombre para mi vástago ¿Alguna proposición?
¡¡¡Venga, valientes!!!