martes, 10 de abril de 2012

Llamadas que alegran


Hoy llego un poco tarde, el día ha sido completo pero aquí estoy. Aunque la verdad es que no hay muchas novedades que contar sobre el piso. Bueno sí, que lo que pasa es que no quiero adelantar acontecimientos y, por qué no admitirlo, no lo quiero gafar.
Un buen amigo mío me ha llamado para decirme que otra amiga suya (el mundo funciona así) está interesada en ver la casa...¡¡aaaagggrrr!! (grito ahogado). Al parecer, organiza excursiones rurales y deportivas y, aunque todavía no hemos hablado la una con la otra, estoy esperando su llamada ya que quiere ver el piso este jueves.
Sé que no es nada definitivo pero esto le ha dado chispa al asunto, ¿no creéis? ¡Ayyy que le guste mucho y confíe en el talento!
Hablando de talento, hay una muchacha muyyy creativa y con muchísimo potencial que está dispuesta a diseñar la estética del piso, es decir, la decoración. Hoy me ha preguntado que cómo me imagino el piso, si de estilo mediterráneo, colonial o provenzal, y a mí me ha dado una alegría tremenda de saber que nuestra casita de huéspedes pueda lucir a lo colonial.
Esta chica caída del cielo lleva parada dos años y sin embargo, ahí está pidiéndome fotos y detalles de cada cosa con la que contamos para empezar a hacer bocetos, y por el placer de participar. Pues claro que te mando fotos, videos y lo que tú quieras. Ah, que no he comentado lo mejor, ella ni siquera vive cerca de donde todo esto se está desarrollando así que todo lo estamos acordando en la distancia. Por cierto, nos puso en contacto una queridísima prima mía que reside en Graz (Austria), ¿no es maravilloso internet?

Venga, más cositas. El próximo adelanto para mejorar el estado del piso es acristalar los suelos. Esa es otra llamada que he recibido hoy, la que me abría esta nueva puerta. Yo no sé vosotros pero yo no había escuchado eso de acristalar suelos jamás, me sonó muy raro y me imaginé el suelo del piso transparente, e incluso a los vecinos de abajo mirando hacia arriba todo el tiempo. Pero no, resulta que es una técnica para abrillantarlos que los deja como nuevos. El equivalente a un lifting, vamos. Este sábado viene el maestro cristalizador a echarle un vistazo al piso, a ver qué se le ocurre para quitarle veinte años de encima.

Para terminar con la entrada de hoy, siento en el alma comunicaros que ya no llueven más molletes, aunque por otro lado, GRACIAS A DIOS. Empiezo a trabajar la semana que viene con mi antiguo jefe, el de la BBC. La verdad es que me ha dado la vida que me diera la opción de dejar la cocina. Digamos que no me estaba entusiasmando eso de estar al calor de un gran tostador toda la mañana, ni las quemaduras tontas, sin olvidar el olor permanente a lejía en mis manos.
Poquito a poco.

2 comentarios:

  1. ....qué emocionante es leer estas cosas...muchas gracias por todo lo que dices, ¡quiero que la familia Díaz me adopte ya!!!...jajaja...
    ...decirte una cosilla nada más.No quería comentártelo hasta que no nos metiéramos en faena pero como veo que vas lanzada,antes de que te metas a fondo en el acristalado, mira cuánto costaría poner los suelos vinílicos. Son unas tiras que se pegan, así que el montaje está tirado, y los que hacen ahora son una pasada. Tienes imitaciones de madera y piedra geniales. Es que me fijé en que el suelo era de dos tipos distintos, y el mayoritario es muy oscuro. Es solo una idea y no he mirado presupuestos, pero podríamos echarle un ojo porque cambiaría totalmente la estética del piso. Yo los he visto el Leroy Merlin, pero seguro que hay en más sitios.
    ....bueno, me alegro mucho que vayan apareciendo contactos y que hayas dejado los molletes :) ....
    ...un besico,
    Raquel.

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  2. Prima, ain, qué cosas más bonitas me dices, que lloro, eh? :_). Muchos besos y mucho ánimo que esto marchaaaa!!! Saludos a mi queridísima Raquel también :)
    Rosario

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